Bastaron, a penas, unos pocos minutos, para que saltara a las Redes Sociales la noticia del inicio de la peregrinación prometida por Omar Quintero Montes de Oca, a la "Patrona de Cuba". Surgía, entonces, el reto de vencer los más de 800 km que separan a la Habana, del Santuario Nacional que la resguarda, en Santiago de Cuba, convirtiéndose en un resonante suceso cultural seguido por millones de cubanos.
Meses atrás, el peregrino pedía, a cambio, la cura de su hijo Lázaro Quintero Bermúdez, quien padece, por más de 10 años, un agresivo cáncer.
Avanzando en el colosal propósito, reitera en cada territorio, una y otra vez, su agradecimiento a las autoridades y a las miles de personas que lo reciben y acompañan en su fe, a su paso por cada poblado cubano:
“Lo cierto y reconfortante es que, el pueblo de Cuba me ha apoyado muchísimo y eso demuestra la fe que tiene - igual que yo - en la Virgen. No tengo palabras para agradecer a las personas que me han ayudado con comida y otras ofrendas. Me han permitido, hasta, bañarme en sus casas dándome, constantemente, aliento”. Expresó el tenaz peregrino.
¡Baire..., no fue la excepción!
En su recorrido por la principal avenida de nuestro poblado - tramo obligado de su itinerario hacia el sagrado recinto - el pueblo lo acompañó de extremo a extremo y conmovido le expresó su profunda admiración, respeto..., y frases de apoyo por los nobles, justificados y férreos propósitos que lo asisten, que van sustentados por su inquebrantable "FE" religiosa.
El peregrino, en BAIRE
En la localidad rural de "La Salada", le ofrecieron dinero, como en muchos otros lugares, según testimoniantes. Solidario y humanitario gesto que aceptó, con la condición de que lo usaría en la ayuda a familias con vulnerabilidades significaticas, a instituciones de salud y para su retorno a casa... El impacto que produjo la imagen desgarradora del padre desesperado; aferrado a la decisión de alcanzar su objetivo con ejemplar perseverancia en su creencia religiosa... Sin dudas, dejará una huella imborrable en el imaginario popular cubano, lanzando con su tradicional estampa, el mensaje que evoca la necesidad de llenar el vacío espiritual que nos hace, muchas veces, tan frágiles e inútiles en la misión de impedir que actitudes personales, ajenas a nuestra voluntad - posibles de remediar, o sustituir - nos tornen aciaga nuestra existencia....
Estoy de acuerdo contigo en el vacío espiritual que hoy padecemos.Las raíces religiosas son muy fuertes y acabar con tradiciones sin otra que la sustitulla ha Sido nefasto Esperemos una política más abierta de lo contrario desaparecer emos con pueblo.Abrazos
ResponderEliminarGracias por tu acertado comentario, amigo...!!
Eliminar