"El Carso de Baire, en el Imaginario Popular Local"...!!

/Por: Raúl Yero García/

Baire, está próximo a cumplir 261 años de fundado.     En nuestro imaginario popular, se fraguó el simbolismo que perpetúa la creencia de haber sido bendecida por la naturaleza y la gracia de "Dios".  No es menos cierto que los atributos de su  geografía, el tesón de sus primeros pobladores y lo fortuito, permitieron dar vida y forma al  pequeño cacicato "MAYYE" desde antes del siglo (XVI). 

A las generaciones que le sucedimos a las originarias, nos enorgullece saber que existieron hombres que no  palidecieron ante el presumible fragor que exigía  la contienda de 1895  concebida por  José Martí, cumpliendo con él y con la patria, de manera honorable, en la concreción del hecho que  pasó a la historia como: "GRITO DE BAIRE"... Desde siempre, poseyó fértiles  tierras dedicadas al tabaco, cultivos varios y a la cría de aves, ganado mayor y menor.  

Son enormes las reservas  de aguas subterráneas(de suprema calidad) que posee, provenientes de su característico suelo cársico,   cuya mayor expresión se ubica en la cercana vertiente norte de la Sierra Maestra y se extiende desde los alrededores de Guisa hasta las inmediaciones de Matías(Mcpio Tercer Frente). Pero  estas características de suelo son apreciables a unos escasos metros del poblado. El notable espeleólogo, geólogo y arqueólogo Antonio Nuñez Jiménez(dar click) - considerado el cuarto descubridor de Cuba -  en su obra voluminosa: "40 Años Explorando a Cuba", dejó plasmado, de su experiencia personal al frente de una expedición, impresionantes relatos, imágenes y presiciones sobre el famoso "Carso de Baire", cuya naturaleza está constituída, fundamentalmente, por mogotes, poljas, mármoles y otros elementos. Quizás la más impresionante o sugerente, que reza en dicha obra, es la referida a la inmensidad de un área subterránea explorada por él, ubicada en las cercanías del lugar conocido como  "La Papelera", a la que se  accede, a través de una caverna nombrada "La Jibara" [considerada,entonces,una de las mayores  de América], que tiene conexión con otra importante: "La Furnia".   Y cito, casi textualmente, lo dicho por el eminente científico: "...posee tramos donde puede navegar, fácilmente, un barco de gran calado"...

¡Imagínese usted, estimado lector, de qué impresionante vastedad  estamos hablando!. En una foto adjunta[de la citada obra] tomada desde el fondo de la cueva, se puede apreciar a un miembro de la expedición subiendo por una escalerilla, que se ubica a una altura que mi afanosa  estimación de lector, no de explorador, calculó en más de 240 metros. ¡Es realmente impresionante lo documentado en esa monumental obra!. 

Recuerdo que, estimulado por mi voraz instinto de perseverar en la búsqueda de otras fuentes confiables que pudieran dar testimonio  sobre este tema tan fascinante, hace unos 15 años atrás logré contactar al señor  Domingo Águila Aguila, oriundo de esa zona; quien con más de 90 lúcidos años vividos - de ellos más de 30 allí en ese lugar -  muy cortésmente y cooperativo, me narró conmovedores pasajes de su participación, como guía comunitario,  en una expedición de arqueólogos polacos que por los años 60 se trasladaron al referido lugar(La Papelera). Así comenzó mi añejo interlocutor su relato: 

D.A.A: "Te confieso que, desde niño  sentí mucha curiosidad por conocer lo que  había escuchado de mi padre, sobre lo que yacía oculto  debajo de los cafetales, propiedad de la familia. Y cuando crecí pude bajar y ver   aquel fenómeno. Creo que mi curiosidad superó a la de mi padre, por eso me considero descubridor de esos  profundos laberintos. En una ocasión que fueron unos polacos a nuestra finca , allá por  los años 60, con el propósito de explorar aquello,   vecinos mios me recomendaron para servirles de guía porque era el que más había desandado todo aquello, y acepté. Al descender a los niveles donde es mucho más apreciable aquella espectacular e impresionante   inmensidad natural, los extranjeros quedaron perplejos. Se comunicaban continuamente y yo   no entendía ni "papa" de lo que hablaban. También tiraban fotos con grandes cámaras y tomaban notas. Les llamó mucho la atención, la variedad  de difusas y enormes bifurcaciones  de cavernas que confluían en un río de  ancha, fuerte y profunda corriente de agua  cristalina y fría, que bordeamos, por largo tiempo, con destino a lo desconocido pues ya  los había llevado demasiado lejos. Mucho más de mis acostumbrados límites. De momento  recordé que era época de  lluvia. Entonces le advertí al intérprete que le comunicara a los polacos sobre el peligro que corriamos si llovía fuerte, aunque fuera distante de allí. Ellos ni se inmutaron y siguieron camino. Yo me negué a seguir. Pero más adelante perdieron un equipo de los que usaban para hacer su trabajo. Cayó en una de las tantas cavernas que habían allí y no lo pudieron recuperar. Tuvieron que desistir.  ¡Dios es grande! Retrocedimos con paso doble.

Calculo que habíamos caminado mucho más de  Kilómetro y medio por aquellas tenebrosas  profundidades. Ya en casa de mis viejos, saboreando un exquisito café que mi madre había colado en honor a los visitantes, escuchamos un extraño y fuerte sonido. Resultó ser un enorme chorro de agua salido de las profundidades, a pocos metro  de la casa". Así terminó Domingo su vehemente e interesante  testimonio. Luego le expresé las gracias y mi infinito agradecimiento. Quizás  el  nonagenario conversador no aquilató lo valioso de su confesión, para la posteridad. Intentó marcharse pero de nuevo se volvió hacia mí y de lo más profundo de su ser salió esta conmovedora sentencia, que comparto con mis lectores:

"Yero, se lo juro por lo más sagrado, siempre ha revoleteado en mi imaginación, la macabra idea de que, un día, ese monstruo pueda   tragarse buena parte de los cafetales de esa zona"....... 

Domingo Águila Águila. Oriundo 
de " La Papelera".
Pienso que el afable Domingo, con esta confesión, marchó desahogado a la eternidad. Y yo, concluyo revelando que vivo esperanzado en ver desaparecer los imposibles  que se  expresan, presumiblemente, por la perpetuidad de la fisonomía de pequeño y  noble pueblo desatendido que  exhibe Baire y que la hacen padecer etapas de escasez de agua, de forma recurrente. Dando fe del legítimo y justo apego sentimental emanado, constantemente,  de  esas  profusas raíces que, sin falsos asideros, sirvieron de basamento a las razones que, poco a poco, fueron configurando el fuerte sentido de pertenencia que, a pesar de los pesares, sigue inspirando a los suyos y  dando forma a una idiosincrasia y a una "Cultura Popular y  Tradicional", muy propias…!!

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>Domingo Águila Águila, nació en el sitio:"Las Cruces", ubicado en la zona denominada: "La Papelera", en la Sierra Maestra. Perteneciente a la actual provincia de Santiago de Cuba. Falleció, lúcido, en el 2016, con edad cercana a los 100 años.

>Fuente Consultada: Libro: "40 Años Explorando a Cuba", de Antonio Núñez Jimenez.

>Agradecimientos a la Ángela Águila ; hija de Domingo Aguila Aguila, por aportar algunos aspectos relacionados con la vida de su padre en los años vivido a en "La Papelera" y donar y autorizar la publicación de la foto de su padre.

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